Mapa que pone de relieve la brecha digital en el planeta.
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En tan sólo una década, entre 1995 y 2006, el número de usuarios de Internet ha aumentado de 26 a 1.018 millones de personas en todo el planeta. Se trata de la tecnología de más rápido crecimiento en la historia. Mientras que la radio tardó 38 años en llegar a 50 millones de personas y la televisión aproximadamente 13, Internet consiguió superar esa cifra de navegantes en tan sólo cuatro años.
¿Pero qué sucede con los otros 5.000 millones de personas que aún no tienen acceso a la Red en todo el mundo? De esta pregunta es de donde se deriva el concepto de brecha digital, que normalmente se asocia a la diferencia entre países ricos y pobres en cuanto a desarrollo de Internet se refiere. Una cifra relevante es la siguiente: mientras que Norteamérica o Europa concentran el 21,3 % y el 19 % (respectivamente) de las conexiones mundiales a la Red, otras zonas como América Latina (América del Sur y Central), África en general o los países del Magreb, las cifras sólo representan el 7 %, el 1,8 % y el 1,6 % de total de conexiones. Pero ese fenómeno (asociado a toda tecnología por motivos económicos, culturales o de formación) también es una realidad entre los países más afortunados del planeta y dentro de ellos.
Sólo en el continente europeo se pueden establecer hasta cuatro bloques de países en función del uso de Internet que se hace en ellos. Los líderes son los Estados escandinavos (de hecho, el 80 % de la sociedad sueca es usuaria habitual de la Red). Otros países de Centroeuropa (Reino Unido, Alemania o Bélgica) no se quedan atrás. En tercer lugar se encuentras países como España o Lituania y, por último, otros donde el uso es minoritario como Portugal o Grecia (donde sólo el 23 % de la población dispone de esta tecnología).
La situación en nuestro país no es demasiado favorable. A pesar de que en una década el número de internautas ha aumentado desde 242.000 a 13 millones, España se encuentra por debajo de la media de la Unión Europea de los 25: frente al 49 % de europeos de esos países que usan Internet, únicamente un 39 % de los españoles se encuentran en la misma situación. El abismo se amplía cuando se analizan los datos referentes a la proporción de conexiones de banda ancha. En Holanda, más de la mitad de los usuarios disponen de un amplio ancho de banda, cifra que en España alcanza únicamente al 21 % de ellos.
Dentro del país, es preciso señalar que los desequilibrios regionales también se dejan notar en el ámbito tecnológico. Las Comunidades de la mitad norte peninsular (Madrid, Cataluña, País Vasco o Cantabria) usan Internet en mayor medida que las del sur (Extremadura, Castilla-la Mancha o Andalucía). Curiosamente, las más desfavorecidas por la brecha digital a escala mundial, europea y nacional son las áreas meridionales de los territorios.
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